En México el mercado del petróleo data de 1880, cuando ingenieros estadounidenses fundaron la refinería El Águila en el puerto de Veracruz. Desde 1883 hubo un latente y sustancial interés nacional por el petróleo, pero el sector enfrentaba tensiones laborales y constantes huelgas. No fue sino hasta 1917 que se establecieron en la ley los inicios de una regularización de los bienes de la nación, entre ellos el petróleo. En 1920 se decretó un impuesto de 10% sobre las exportaciones petroleras, se sentaron las bases para otorgar concesiones mediante la Secretaría de Industria y Comercio y se dio preferencia a la inversión nacional.
Foto: Recipientes de Naftolina de la Cía. Mexicana de Petróleo 'El aguila'
Al término de la Revolución Mexicana, aunque 60% de la economía nacional dependía del petróleo, el 97% de la industria pertenecía a la inversión extranjera, por lo que se tomaron medidas que culminaron con la expropiación petrolera durante el gobierno de Lázaro Cárdenas en 1938. Esta decisión provocaría enormes tensiones con las compañías afectadas y sus respectivos gobiernos. México tuvo que pagar altas indemnizaciones (la última se terminó pagar en 1962), sin embargo, al interior del país creció el optimismo y el consumo interno aumentó.
Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial la demanda de petróleo se incrementó, favoreciendo el desarrollo económico del país y para 1957 PEMEX emitía títulos de renta fija para aumentar sus instalaciones. Entre 1940 y 1970 la industria creció y se lanzaron al mercado nuevos instrumentos de financiamiento como los petrobonos.
En los años venideros, el sector pasaría por múltiples crisis: la devaluación de 1982 a consecuencia de la inflación en los precios del barril, las medidas proteccionistas de Estados Unidos y los conflictos entre los países petroleros. Actualmente México tiene un exceso de oferta del producto y ha tenido que reajustar sus precios en el mercado externo.
1934:
El monto de operaciones alcanza la suma de $ 3’649,657.25 de pesos, casi medio millón más que el año anterior. La Bolsa acepta nuevos socios y determina que los agentes depositen fianzas de $ 10,000.00 pesos para responder por sus operaciones.
Los nuevos agentes serían propuestos por la Bolsa pero aprobados por la Comisión Nacional Bancaria.
1935:
La Bolsa designa a un comité para discutir, junto con la Comisión Nacional Bancaria, la necesidad de un nuevo reglamento interno. Se autoriza a los agentes a asociarse con terceros que no fuesen corredores inscritos, abriendo camino a las casas de bolsa.
1936:
La Bolsa modifica su estructura social y cambia al régimen de “capital variable”. El consejo autoriza las negociaciones fuera de horario y se estipula un reglamento para las negociaciones fuera de la subasta con nuevas disposiciones jurídicas, las reservas bancarias y los seguros debían hacerse en valores registrados en la Bolsa. Se integra la Asociación Nacional de Banqueros.